Fue un verano en que la comunidad de San José tuvo el regalo de compartir con la comunidad de oblatos de Santiago, los misioneros de Chelenko, la madre Alejandra, ex abadesa de Rengo, el obispo de Aysén, grupos de scout, mochileros y familias.
Misiones Chelenko: Consuelo Ingunza (A15), Ramón Gimeno (A17) y Rosario Achondo constituyeron el equipo organizador de las Misiones Chelenko. Llegaron unos días antes a San José para preparar todo y recibir a los misioneros. El obispo Luis Infanti impartió el sacramento del bautismo y, acompañado de los misioneros, visitó a los enfermos. Alojó en la Casa San Beda, por lo que todos los que estaban en San José pudieron compartir con él.
Visita de la madre Alejandra, ex abadesa de Rengo, quien compartió la vida de comunidad durante diez días en la Casa Santa Hilda, realizando paseos con las oblatas y participando en el asado final de Chelenko.
Oblatas y oblatos: las oblatas de Santiago se unieron a la comunidad en la Casa Santa Hilda y los oblatos se establecieron en el Puesto San Agustín. La familia Prieto Campino estuvo en la Casa San Columba.
Otras visitas: se recibió a un grupo grande de Scout y también mochileros, amigos de San José. James Rudge y Francisca Berger (A09) estuvieron junto a su hija Matilde en la Casa San Bonifacio. También llegaron familiares de los oblatos, la hermana de Javier Fernández se instaló algunos días en su casa rodante.
Prácticas universitarias: durante un mes, cinco alumnos universitarios hicieron sus prácticas en San José. Dos hombres fueron a la Casa San Beda y tres mujeres a la Casa Santa Hilda. Compartieron el día a día de la comunidad, sumándose al trabajo agrícola y a la vida comunitaria. Con el apoyo de los practicantes, los oblatos trabajaron principalmente en la creación de nuevos senderos, en hacer fardos y en la implementación de un nuevo sistema de filtración de agua.