Tras el anuncio de la aprobación de norma por parte de la Convención Constitucional que establece que el Estado debe asegurar a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, entre otras cosas, “las condiciones para (…) una interrupción voluntaria del embarazo”, la Conferencia Episcopal de Chile emitió este miércoles 16 un comunicado en el cual declara que al establecer el aborto como “un derecho constitucional sin ninguna restricción, cualquier ley que pretenda regular puede ser declarada inconstitucional. De esta manera, podría darse el caso que fueran abortadas criaturas incluso de siete u ocho meses o a punto de nacer”.
Es evidente “que una norma de tal naturaleza constituye un hecho de la máxima gravedad. La Convención afirma un derecho a decidir en forma libre y autónoma sobre el propio cuerpo, pero olvida y silencia del todo que en el vientre de quien está embarazada hay un segundo cuerpo, otro ser humano, que para quienes aprobaron la norma simplemente no existe”.
Agradecieron a quienes en la Convención se han opuesto a esta norma, “pero lamentablemente, como lo hemos sostenido en reiteradas oportunidades, se ha ido imponiendo en el país una mentalidad contraria a la vida de la persona ya concebida”. Terminan lamentando que la mayoría de los convencionales están optando por polarizar el proceso constitucional con un tema tan significativo, “en vez de ofrecer una propuesta en la que la mayor parte de los chilenos podamos reconocernos, más allá de nuestras legítimas diferencias, en torno a un proyecto compartido…”.
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