El pasado jueves 18 se llevó a cabo el Capítulo de Oblatos y Promesados en San Benito, una instancia para compartir la vocación común. Fue una gran motivación a vivir la solemnidad de la Ascensión del Señor y prepararnos para Pentecostés. Comenzó con la oración de Hora Intermedia, para luego almorzar en grupos, donde se conversó a partir de algunas antífonas del Oficio divino de Pentecostés, acompañado de una breve lectura.
Luego, Consuelo Searle (B04), oblata, realizó una motivación a vivir Pentecostés, en que el Espíritu Santo nos toma de la mano y “nos lleva a una realidad nueva pero que contiene también la nuestra”. Citando a san Pablo: “El Espíritu se nos da en arras, nos desborda, así es el amor del Espíritu quien nos enseña a amar a Cristo espiritualmente”. “Existe un himno que cantamos en el día de Pentecostés, en que celebramos la presencia del Espíritu en medio nuestro. Es una melodía triunfante, llena de esperanza, que nos introduce a una realidad nueva, espiritual”. Así, a partir del Himno Ven Espíritu Santo Creador, fue haciendo una reflexión, anunciando que “este Espíritu del que acabo de hablar está aquí, porque Cristo ha resucitado, habita en nosotros y nos vivifica”.
Siguió con una oración con invocación al Espíritu Santo, en base a las antífonas del Oficio Divino para el día de Pentecostés, con un extracto de los salmos, con silencios y acompañadas con el canto y la guitarra, para terminar juntos ese momento cantando en presencia del Espíritu el Himno.