Desde el 14 al 22 de mayo la Dirección Académica del CSB, con el rector Ignacio Tupper y otros dos oblatos del Movimiento Manquehue vivieron una experiencia junto a la comunidad de San José de Mallín Grande. Inició con el sonido de una gaita en el monasterio, era uno de los jóvenes exalumnos de Downside, que le agregaba matices escoceses a la acogida patagona y benedictina que se vivía.
El lema: “Tenéis que nacer de nuevo” (Jn 3, 7) los congregó alrededor de caminatas por el Monasterio, Lectio Divina, espiritualidades, la oración del Oficio, paseos, conversaciones, trabajo en el campo, comidas con las Casas de Formación y talleres de pan, que fueron hilando el programa del retiro. El Puesto San Agustín de Canterbury, cumplió su rol de acogida, donde muchas personas pudieron tener un encuentro con Jesucristo en su Palabra, a orillas del lago General Carrera.
Jorge Fuentes nos comenta: “El Señor me acompañó desde el primer momento, me habló con ternura y firmeza, conversamos de mi vida, de cómo me siento en mi trabajo, de cómo disfruto de mi familia y me aconsejó. Se mostró tal cual es, a través del rostro de quienes compartí esta experiencia; con risas, dudas, un gesto, una palabra, la lectio, al escrutar, etc. Tú estás en todas partes; “que no está aún en mi lengua la palabra y ya tu Yaveh, la conoces entera: me aprietas por detrás y por delante y tienes puesta sobre mi tu mano” (Sal 139). Al finalizar el Señor me señaló que no bastaba, que no sólo tenía que reconocer su grandeza, sino que tenía que caminar junto a Él. “Yo soy la luz del mundo: el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida (Jn 8, 12). ¿Que, si he visto al Señor?, sí lo vi, y lo seguiré por siempre”.