Entrevista a Mario Canales (oblato Manquehue), formó parte del grupo en su fundación y nos cuenta sobre sus inicios:
El 16 de agosto de 1999 abre sus puertas por primera vez la Hospedería Santa Francisca Romana, casa que desde hace 20 años acoge a mujeres en situación de calle en el sector de la Vega central.
¿Cómo nace la iniciativa de formar una “casa de acogida”?
Durante el año 1997, un grupo de apoderados del Colegio San Lorenzo se juntaban periódicamente para ir a entregar alimentos a las personas que vivían en la calle y bajo los puentes del río Mapocho. Nos juntábamos en la capilla del Colegio a rezar y a bendecir los alimentos que llevaríamos. No era un grupo grande, pero tenían la convicción que encontrarían a Jesús mismo entre los cartones. Querían compartir con ellos no sólo un pedazo de pan y una sopa, sino su amistad y su fe.
Fue tan buena la experiencia que al grupo inicial comenzaron a sumarse otras personas, por el testimonio que ellos daban.
¿Por qué se centró en la acogida de las mujeres y niños?
Siempre nos llamaba la atención la cantidad de mujeres que había, varias de ellas con sus niños. Dormían en el frío, junto a muchas otras personas que estaban ahí. Supimos además que el único albergue para mujeres quedaba lejos, en General Velásquez.
Surgió entonces la idea loca de abrir una hospedería para mujeres en el sector de la Vega Central, para acoger con amor a mujeres que –como las que habían conocido– no tenían dónde pasar la noche. Para aquellas que, igual que María, no tienen “sitio en el albergue”.
¿Cómo se encontraron los recursos y se pudo concretar esta idea?
El Señor dispuso todo, justo en ese tiempo llegó la persona indicada que, por circunstancias de una herencia recibida quería aportar en algún proyecto relevante, y todo se fue dando. Apareció en San Lorenzo la embajadora de Gran Bretaña, Glynne Evans, que llegó por recomendación del P. Dominic Milroy, un monje de Ampleforth amigo de ella. Nos planteó la idea de hacer algún proyecto y que quería aportar un dinero de una herencia para eso. Entre ellas la Hospedería. El monto que ella disponía era exactamente el que se necesitaba para comprar una casa que nos ofrecían en el sector de La Vega y que Anita Álvarez había elegido como la más adecuada.
¿Cuándo y cómo se pone en marcha, esta nueva, Hospedería?
Con semejante empuje, y gracias a la ayuda de muchas personas que anónimamente coleboraron para equipar la casa, establecer el marco legal y contar con los voluntarios necesarios, el 16 de agosto de 1999, abrió sus puertas por primera vez la Hospedería Santa Francisca Romana con la intención de imitar a su santa patrona en la entrega y el amor en la acogida de pobres y enfermos. La primera huésped que llegó a la hospedería se llamaba Victoria Soledad, una combinación de nombres que nos pareció tanto un signo como una misión
¿Cómo describir la misión de la Hospedería?
La razón de ser de este lugar es la acogida. Que no solo acoge al necesitado “aparente”, si no que permite que, el que “sirve” sea servido saliéndose de sí mismo a la vez. “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20)
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