Marzo 28, 2023 Noticias

Jornada encargados de Grupos de Lectio

“MI GRACIA TE BASTA, PUES MI FUERZA SE REALIZA EN LA DEBILIDAD”
(2 Co 12, 9)

En una ambiente de mucha alegría y encuentro, y bajo este lema, la mañana del sábado 18 de marzo se realizó en el Colegio San Anselmo la jornada para encargados de grupos, organizada por las Ramas Adultos San Anselmo y San Benito. Tuvo como finalidad acompañar, motivar y animar a los encargados en su labor. Comenzó con la oración de laudes, luego Consuelo Verdugo (B95), oblata, habló de la importancia de la liturgia y cada uno de sus signos en cuanto a que éstos ayudan a hacer visible lo invisible. Luego un trabajo de oración personal y trabajo en grupos. Finalizó con la oración de Hora Intermedia.

Loreto Avilés (B96): “Agradezco el tremendo regalo que fue la jornada de formación. Me animó profundamente a seguir en este camino de oración y escucha de la Palabra con un grupo. Además, recibimos información muy valiosa, que me hizo mucho sentido, lo que permite maximizar las gracias que cada una recibe al hacer lectio. Es una instancia de la que salí muy fortalecida… gracias absolutas”.

Belén Ruiz Clavijo (B92): “Una gran experiencia comunitaria en la oración. Fue un impulso que nos ayudará a renovar nuestras comunidades y así poder seguir irradiando la acción de Espíritu a todos los que nos rodean”.

Mariano Valdés (SB): “Se nos alentó a cada comunidad a renovarnos en la práctica de la lectio divina a la vez que a trabajar como encargados en dar a entender los signos (crucifijo, vela, silencio, acogida, invocación…), y a profundizar en nuestra confianza y fidelidad al Padre para ser mejores instrumentos de Su amor”.

Carlos Aguirre (SB): “Consuelo Verdugo nos invitó a renovar la experiencia de la lectio divina, y los grupos de lectio como lugar privilegiado de encuentro con Cristo en la Palabra, fue una excelente actualización de la liturgia, en donde los signos son muy importantes en nuestras comunidades. Debemos cuidar las formas, partiendo por preparar un altar (alto) como lugar de alianza y sacrificio, con un mantel blanco, el crucifijo, la vela que al prender nos da luz y vida, encendiendo a Cristo que nos viene a entregar su Palabra. Al Espíritu Santo siempre debemos invocarlo al inicio de nuestra oración, y a continuación debemos en un momento de silencio, dejar nuestras preocupaciones, temores, dudas, hacer silencio. Hacer silencio es poner los ojos en Cristo, solo a Él, ir a lo alto, ir a Él. La jornada fue tremendamente importante como encargado de comunidad, principalmente por lo que vamos dejando de hacer en las formas de nuestra lectio, hoy. El altar debe estar fuera de toda intervención de cosas externas que distraigan el verdadero sentido de nuestro encuentro, CRISTO, y siempre al inicio, partir invocando al Espíritu Santo y, a continuación, entrar en un momento de silencio, el cual nos ayude a profundizar lo que escucharemos”.

Juan Carlos Macuada (SB): “Nos deja una semilla puesta en nuestro corazón y nos anima a ser perseverante en nuestro rol como EGL. Renovar nuestras comunidades, recuperar el asombro de lo que significa abrir la Biblia para re-encantarnos con la buena noticia y respetar la sacralidad de lo que significa hacer lectio, son parte de los mensajes recibidos en esta jornada y que debemos de llevar con mucho entusiasmo a nuestras comunidades”.

Ana María Ugalde (SA): “Sin duda una gran oportunidad para crecer, aprender de otras experiencias y comunidades y compartir. Fue una mañana muy enriquecedora , de mucha paz, tranquilidad, reflexión y mucho aprendizaje . Descubriendo mi relación con Dios, sintiendo su amor y con la seguridad de que siempre está conmigo, en verdad maravilloso. Sólo me queda agradecer sobre todo a Dios y poner siempre a Dios en primer lugar en mi vida.

Nadia Moreno (SA): “Ahonda y resuena en mi corazón, cierro los ojos y recuerdo: “Mi gracia te basta”, “Te amo infinitamente”, “Descansa en mi”, “Yo permaneceré siempre fiel”, “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo “. En estas palabras voy descubriendo, cada vez más, el profundo amor de Dios Padre. Tener estos momentos íntimos de encuentro con Él despierta en mí la necesidad imperiosa de acudir a su llamado y poderle decir: “Bendice, alma mía al Señor”.

Hernán Olguín (SA) “Como siempre el Señor va en ayuda con todas las personas del Movimiento que se preocuparon de cada detalle, tenían preparado todo para que la gracia de Dios nos empape de regalos y fuerza para seguir animándonos a encargados de comunidades de lectio divina a seguir el camino. Nos reunimos en torno a una maravillosa presentación de la “Chelo” Verdugo, donde a través de sus palabras y experiencias fuimos cayendo en cuenta que no importa llevar 35 años en comunidad o 1 mes, siempre juntarse y compartir es sumamente necesario. El amor de Cristo se siguió manifestando a lo largo de toda la mañana, mientras compartíamos un desayuno o meditábamos en silencio un trabajo personal, siempre presente. La alegría de todos era palpable y evidente y nos fuimos con nuestros corazones “llenitos” a casa y con pilas recargadas para seguir nuestras misiones”.