María José Ortúzar, novicia Decanía San Pablo VI: “Sin duda que hemos vivido una Semana Santa muy distinta. Ya pasadas las celebraciones cada uno tiene su propio testimonio de lo que significó poder ser realmente, Iglesia eclesial de base que celebró este Triduo Pascual en comunidades, aunque sean pequeñas. Pero también creo que a todos nos sorprendió la tecnología regalándonos el poder rezar juntos algo tan nuestro y tan central como es el Oficio Divino.
Comenzando por las Vísperas Generales del Lunes Santo en que más de 180 computadores o teléfonos estuvieron conectados, en Discord, recitando los salmos y cánticos. Y detrás de cada uno de esos aparatos estaban familias y comunidades reunidas. ¿Quién dijo que estarías separados en estas celebraciones? Si siempre hemos creído que el Espíritu nos une, independiente de donde estemos, o que estamos unidos en la oración, ahora era evidente, cada uno en su casa estaba compartiendo lo mismo, incluso en otros países. Las familias se incorporaron como nunca a estas oraciones, que se fueron sucediendo durante el Triduo, lo que realmente hizo vida el celebrar esta Semana Santa con los nuestros más próximos, con quienes tal vez otros años no he tenido la oportunidad de rezar. Los invitamos a seguir unidos en estas capillas virtuales que hacen tan viva la comunión y nos despiertan a la realidad de nuestra unión en el Espíritu”.