El sábado 25 de mayo, en el Colegio San Anselmo se celebró con una misa, presidida por el padre Rodrigo Aguirre, la Solemnidad de la Santísima Trinidad y el aniversario 47 del Movimiento Apostólico Manquehue. Jonathan Perry, Responsable, motivó la celebración, recordando el acta de la primera meditación formal un día 29 de mayo de 1977, que se realizó sin darse cuenta que ese día era Pentecostés. “Y ese mismo Espíritu actúa cada vez que un grupo de personas se reúne para escuchar la Palabra y compartir los ecos. Son muchos los frutos del Espíritu que han surgido desde ese momento. Hoy más de dos mil personas se reúnen permanentemente para escuchar la Palabra de Dios y compartir la resonancia de esa Palabra en sus vidas. Está la comunidad de oblatos. Están los promesados. Están los tres colegios, San José, la misión en Inglaterra, la Hospedería Santa Francisca Romana, las misiones en otros países, la relación con los benedictinos, tantos jóvenes, tantas iniciativas”. “Son muchos los frutos y nos juntamos para dar gracias a Dios por estos 47 años y para pedir al Señor que siga haciendo brotar el Espíritu Santo en los corazones de todos nosotros y las personas que participan en el Movimiento”.
En la ambientación de la misa, participaron las comunidades San Moisés y Santa María Mazzarelo, de la Rama de San Anselmo.
María Eugenia Valdés, promesada y miembro de la comunidad Santa María Mazzarello: “El fin de semana anterior celebramos la venida del Espíritu Santo y me dije: ‘¡Listo! Ya sé qué voy a hacer’. Invoqué al Espíritu Santo para que me mandara la energía suficiente y así poder terminar con la decoración de la misa de celebración de la Santísima Trinidad y del Aniversario del Movimiento. Y como no hay nada en que Dios no me apañe, ahí estuvimos con la Carmen Gloria (Prado) trabajando hasta que quedó listo. Y así fue como el Espíritu Santo de Dios, una vez más, me dio lo que necesitaba para cumplir con la ayuda que me pedía. En fin, ¡puro agradecer no más!”
Luego un rico y variado ágape, preparado por la comunidad Santa Gianna Beretta de Molla, también de San Anselmo, tuvimos la oportunidad de compartir, conversar y hacer comunidad. Javiera Moreno nos cuenta: “para nuestra comunidad fue una alegría participar del aniversario del MAM a través de nuestros dones y talentos. Cada detalle del ágape fue hecho con mucho cariño, porque nos sentimos muy agradecidas de los frutos que ser parte del MAM ha tenido en nuestras vidas. Fue una oportunidad también para seguir fortaleciendo nuestra amistad y comunidad”.
Francisco Cortés (L23), abad de la comunidad San Francisco de Asís: “asistimos en comunidad a la misa del MAM, ayudamos en la preparación del ágape y la misa fue motivante y reconfortante para la unión de la comunidad. De palabra de los mismos alumnos: fue una experiencia super bonita y reconfortante, nos sentimos parte de esa comunidad y fue divertido”.
Durante el ágape, en un canasto había papel y lápiz para que los participantes pudiesen responder la pregunta. Éstas son las respuestas.