En la comunidad de Manquehue en Santiago, celebramos nuevamente la Semana Santa. En el Colegio San Benito las celebraciones litúrgicas del Triduo Pascual y las jornadas de oración en el Colegio San Anselmo, teniendo así la posibilidad de vivir el misterio central de nuestra fe.
Comenzamos el Triduo Pascual el Jueves Santo con la misa de la Cena del Señor, seguido por la adoración al Santísimo y el posterior canto a lo divino, pudiendo así vivir junto al Señor el lavatorio de pies, la celebración de la última cena y acompañarlo en el huerto de los olivos. Continuamos el Viernes Santo con la adoración de la Cruz, ambas liturgias presididas por el padre Geraldo González osb.
Celebramos el Sábado Santo con la Solemne Vigilia Pascual, presidida por el padre Hugh Lewis-Vivas osb, en que a la luz del cirio pascual, símbolo de Cristo muerto y resucitado que nos da su luz, encendido con el fuego bendecido esa noche, entramos en procesión. Luego la Liturgia de la Palabra, recordando nuestra historia de la salvación desde Cristo, seguido por la renovación de nuestras promesas bautismales, para terminar con la Liturgia Eucarística.
Finalmente un ágape para continuar celebrando el misterio central de nuestra fe: ¡Cristo ha resucitado Aleluya!
Las jornadas de reflexión estuvieron a cargo del padre Geraldo González osb, el Viernes: “Clavos, espinas y sangre: el mensaje de Jesús en su Pasión”; y el Sábado:” Mi reino no es de este mundo: el impacto de la tumba vacía”.
Paralelamente el Sábado Santo hubo una peregrinación al cerro.
Teresa Navarro, promesada CMSB: “Que gran oportunidad tuve este fin de semana de celebrar con mi comunidad estos días, ¡los más importantes del año para nosotros! ¡De la Cruz a la luz! un itinerario lleno de signos, que me llevan de la muerte y del pecado, a la fe y la esperanza que le da sentido e ilumina toda mi vida. “No hay vida sin cruz y no hay cruz sin Resurrección“. Viví momentos inolvidables de comunión , liturgias, charlas, retiros, momentos de silencio y reflexión y, finalmente, alegría, júbilo y celebración. ¡Verdaderamente Jesús Resucitó!”.
Aracely Mancilla (L20), CMSL: “Cada vez que celebro Semana Santa, recuerdo estar en San José descubriendo el sentido de esta semana, desde que descubrí esto he vivido la Semana Santa de distintas maneras y de distintos puntos de vista; el año pasado me tocó participar con la mirada de discípulo, ya que me tocó ser uno para el lavado de pies y lo viví con la comunidad San Jerónimo. Este año viví la Semana Santa con la mirada de Pilato, que fue el personaje que me tocó representar el Viernes Santo, como parte del equipo de Tutoría. Fueron unos días en donde pude convivir más con mis compañeras, pude conocerlas un poco más (porque siempre se puede) y pude vivir la Pasión de Cristo con otra mirada, pude sentir la “confusión” de Pilato al no querer crucificar a Jesús, pero tampoco querer quedar mal con el pueblo y esto me hizo pensar en cuantas veces no he querido quedar mal con alguien y que debo elegir sacrificar algo, o cuantas veces me he lavado las manos diciendo que la otra persona se equivocó”.
Dominga Mujica, promesada CMSA: “Vivimos en comunidad otra Semana Santa ¡que alegría! Poder preparar el corazón, con la ayuda de muchos y dejar que el amor de Cristo lo transforme en un corazón de carne, más humano y atento a lo que necesitan los que nos rodean. Agradezco la oportunidad de rezar y celebrar la liturgia todos juntos, de escuchar al padre Geraldo en los retiros del Viernes y Sábado Santos, que me enseñaron el significado de los símbolos presentes en la liturgia de estos días. Acompañar a Jesús en el Vía Crucis, en su dolor, me ayudó a sentir que todos mis dolores tienen valor y sentido, teniendo viva la esperanza de la resurrección, y aceptando el consuelo y ayuda que el mismo Jesús me ofrece a través de mis hermanos. ¡Llegar a la Pascua viviendo todo este proceso de manera consciente y acompañado por muchos, me llena de alegría y de una necesidad de anunciar y compartir con todos esta gran noticia. ¡S! ¡Verdaderamente ha resucitado nuestro Señor! ¡Pasamos de la Cruz a su luz!! “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12) nos dice hoy el Señor. ¡Este es el motivo de nuestra alegría!