Este Domingo 25 de Septiembre se realizó la Procesión a la Virgen del Carmen con el lema “Protégenos bajo tu manto”, 10 mil personas celebraron la tradicional Procesión de la Virgen del Carmen. En el Día de la Oración por Chile, miles de católicos se reunieron frente a la Catedral Metropolitana para homenajear a la Santísima Virgen, a 90 años de haber sido coronada como Patrona de Chile y de las Fuerzas Armadas y de Orden.
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, dio inicio a la celebración de la Reina de Chile.
El recorrido comenzó frente a la Catedral y finalizó en la Plaza Bulnes, mirando el Palacio de la Moneda, donde se izó la bandera del Bicentenario y el cardenal realizó la homilía: “Nosotros desde aquí, hoy día, le queremos decir a María que la queremos acoger en la Patria, en la casa de nuestra vida, como el pueblo de Chile, hace 90 años atrás, quiso colocar en su cabeza la corona de Madre y de Reina de Chile. Hoy queremos decirte, Virgen del Carmen, que tú eres nuestra Madre, que te acogemos con amor y te pedimos que bendigas a nuestro pueblo, que bendigas a nuestra ciudad de Santiago, que bendigas de una manera muy particular a los pobres, a los afligidos, a los enfermos, a los que están privados de libertad, a los que no tienen esperanza en su corazón. Para todos sé Madre de Misericordia, ampáranos en tu manto, un manto ancho en el cual tú quieres acoger a todos, para demostrarnos tu amor, para demostrarnos que eres Madre y Reina de esta patria nuestra. Muy queridos hermanos y hermanas, que testimonio de fe tan hermoso el de esta tarde, un testimonio de fe que cada uno de ustedes ha aportado para que sea un grito de amor y de confianza en nuestra Madre, la Virgen del Carmen. Gracias por estar aquí, gracias por haber traído a sus niños, tantos niños que aprenden de su corazón de padre, de madre, de abuelos o de abuelas que siempre pueden mirar hacia arriba, porque María es Madre y no es Madre que se quede lejos, es una Madre que ha venido a caminar junto a sus hijos y que lo único que quiere es que le abramos al puerta de nuestra casa, para que en ella, ella vaya construyendo paz, amor, unidad, perdón, donde haya necesidad de perdón. Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile haz que nuestro corazón se asemeje cada día más al tuyo, para que imitándote a ti, en el amor a tu hijo, también nosotros podamos crecer como una nación de fe, que reconoce que tu hijo es el único que tiene palabra de vida eterna. Amén”.