El lunes 14 de noviembre, en la oración de Vísperas en San Benito, hizo su promesa Benjamín Comte (B00) y la renovó Daniel Hurtado (B06), de la Decanía San Benito. De la Decanía San Anselmo también renovaron sus promesas Catalina Cubillos (A12), Macarena Santa María, Eugenia Valdés y Claudia Quinteros, quien se encontraba en San José.
Benjamín Compte: “Es un inmenso regalo del cual le doy gracias a Dios. La decisión de matricular a mi hijo Santiago al CSB dio un nuevo impulso a mi compromiso con el Movimiento, ya que intuía y quería que esa decisión nos acompañara por muchos años y me volviera al Movimiento y al colegio. Quería regalarle a mi hijo la oportunidad de vivir la experiencia que había tenido yo, y qué mejor lugar, pensé, que el mismo en donde yo había desarrollado esta amistad en y con Cristo vivo y siempre presente. Han sido muchos años de compromiso con el Movimiento, tres de ellos con una promesa formal de militante activo (hace 12 años), con varios apostolados y, por sobre todo, de una profunda amistad y vida de fe y oración, rodeada de la comunidad del Movimiento. Hoy, esperando que con la ayuda de San Benito y la comunidad no vea defraudada esta esperanza, pedí formalmente la admisión bajo promesa temporal”.
María Eugenia Valdés: “Soy promesada hace un año y el lunes renové mi promesa para seguir disfrutando de esta bendición. Ser promesada no ha sido un premio por ir a misa o participar de retiros o grupos de lectio. Es un compromiso con Jesús dónde me propone seguirlo más de cerca. Como Él conoce mis debilidades, mi dificultad para superar mi flojera y sabe que sola no podría cumplir mi compromiso, me ha rodeado de personas que están en el mismo camino para que me ayuden y apuntalen, me levanten cuando me cuesta y me muestren cuánto me ama. Y aunque a veces no es fácil salir de mí misma, cuando tomo la decisión, eso que parecía difícil Dios lo hace fácil”.