Desde el jueves 20 al sábado 22 se realizó el Retiro I de profesores de los tres colegios. Algunos de los asistentes nos cuentan cómo lo vivieron:
Ximena Recabarren, CSL: “Me costó aceptar la invitación a desconectarme en este momento, pero sentí que tenía que participar luego de años en el colegio, y no me equivoqué. Viví una experiencia llena de alegría, en que todo el tiempo Dios me invitó a ser agradecida y disfrutar lo que me está dando día a día, pude compartir con personas maravillosas en un lugar privilegiado y darme el tiempo de aceptar con mayor tranquilidad las cosas y aceptarme a mi misma. “Hazte capacidad y yo me haré torrente” (frase que me quedó muy grabada)”.
Javiera Moreno, CSA: “El retiro de Profesores Nº 1 para mí fue un regalo que superó mis expectativas. Fue un regalo estar en un lugar tan lindo como La Ermita y tener la oportunidad de compartir y conocer, un poco más, a las personas que veo todos los días en los pasillos del colegio. Pero sin duda, lo mejor de este regalo fue el restablecer una relación cercana, confiada y absolutamente entregada a Dios y al plan que tiene para mí. Fue una experiencia muy positiva y recomendable. Los que aún no han hecho este retiro, vayan de todas maneras”.
Olivia Eguiguren, CSL: “El sentimiento que más fuerte me queda es el regalo único que se nos dio al poder compartir como compañeras en una dimensión más espiritual y sincera, recordándonos el real sentido de nuestro trabajo juntas como comunidad cristiana y de nuestra condición de hermanas en la fe. También, la acogida del retiro, y los frutos que permitió, me recalcan lo primordial que es amar sin juicios a los que nos rodean”.
Ignacia Ibáñez, CSA: “Para mí el retiro fue un encuentro personal con Dios, donde tuve la oportunidad de estar de manera más profunda con él, agradecerle y renovar mi fe. Fue una experiencia muy linda, donde pude sentir el cariño y la acogida de todos con quienes me tocó compartir”.
Carolina Muñoz CSB: “El retiro fue un regalo espiritual, de aquellos que nutren el alma, y te dan en el espacio para reencontrarse con Dios, lejos del ruido y lo mundano. También me dio la posibilidad de compartir testimonios de fe y reafirmar que es Dios quien nos reúne en torno a su nombre”.