Del 28 al 30 de Septiembre se realizaron los Retiros de Promesados activos. En paralelo hombres, mujeres casadas y jóvenes, fueron retiros de silencio y oración. Los Promesados activos hombres a cargo de José Antonio Navarro en el Monasterio de las Condes, donde recibieron la visita de Jonathan Perry.
Sergio Pérez (DSL): “Fue un regalo tener esta oportunidad de oración y silencio a esta altura del año, poder rezar en el coro con los monjes, largos momentos de oración personal y enfrentarme tal cual soy al Señor. Aceptar que soy un hijo perdonado por Dios fue lo que más me quedo, solo tengo que aceptar su misericordia. “Despertó Jacob de su sueño y se dijo:¡asi pues, está Yahvé en este lugar y no lo sabía!”, me ayuda a reconocer que estoy en un sueño y tengo que despertar para reconocer a Dios.”
Las Promesadas activas casadas estuvieron a cargo de Carmen Larraín en Nancagua, ÿ contaron con la visita de Manuel José Echenique. Jenifer Latorre (CSL): “Fue una instancia de profunda oración para volver a mi claustro interior. Un encuentro con un Padre que me ama, me corrige, me conoce y quiere estar conmigo para mostrarme su fidelidad en su Palabra. Sentí una gran invitación a prolongar este estado de oración constante y sentir su presencia cada minuto de mi día a día”.
Por su parte, las Promesadas activas jóvenes donde asistió la Comunidad santa Matilde junto a su encargada Alejandra Valle y acompañadas por Cecilia Bernales. Catalina Rodríguez (B15) nos cuenta: “Gracias a San Benito y a sus diálogos pude descubrir cómo me voy llenando de ídolos que son tan sólo un fuego ficticio que se apodera de mí y que me va dejando ciega, “Pero nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Co 2,16), la cual en el silencio se apoderó de mí, me limpió de mis ídolos y me ayudó a ver con sus ojos, a profundizar en el amor y a descubrir que en el silencio esta Cristo. Que me habla, me abraza y me llena de su espíritu”.