Durante todo un fin de semana, los scout de los colegios de Manquehue se pudieron reunir y retomar la experiencia de tener un campamento con todo el grupo de manera presencial. Donde ardió con fuerza el espíritu Scout y se vivió intensamente el sello Manquehuino: la Tutoría.
A continuación, algunos testimonios que anuncian una experiencia única de encuentro con Dios en la oración, la comunidad, el servicio y la naturaleza.
Paloma Concha (CSB): “Tuve la oportunidad de vivir el servicio en cada juego y actividad que organizamos. Pude conocer a muchas niñitas más chicas y también más grandes, entregando todo lo que tenía para dar. Me gusta mucho esta forma distinta de enseñar: estar atentas a las Lobatas, cocinar para ellas, armar sus actividades y preocuparme por cada una de ellas”.
Francisco Mujica (B18), Jefe de Grupo: “Me sorprendió ver a todos tan felices en cada momento. Por encima de los desafíos y dificultades, se contagiaba un espíritu de amistad entre grandes y chicos. Vi a Dios manifestado en los Lobatos, que conocieron la mística del campamento; en la Tropa, que creció como comunidad de amigos; en los Pioneros, que trabajaron y sirvieron sin descanso y en la Ruta, que cumplió su rol de estar a cargo. Los Jefes quedamos felices de ver un campamento tan propio nuestro en estas circunstancias”.
Roberto Ávila, oblato, Director Tutoría CSL: “El campamento de jefes 2021 fue el primero con jefes de intercambio en la comunidad de jefes. Tuvimos 5 grandes momentos dentro del campamento que nos permitieron rezar, hacer comunidad y proyectar al grupo en la realidad que estamos viviendo y como scout es una esperanza en medio de la vida de los niños y jóvenes que participan del grupo. Por otro lado también pudimos discernir nuestra vocación scout, sobre todo a profundizar en nuestro rol dentro de la comunidad de San Lorenzo y terminamos muy empoderados de nuestra misión, rezando en que es lo que Dios quiere para cada uno de nosotros, sobre todo considerando que hay jefes de otros colegios y que se plantean seguir acá. Volver a conectarnos con la naturaleza, vivir el método scout, cocinar para nosotros mismos, hacer turnos para el orden, la carpa, el fuego, el humo, juegos, paseos y otros muchos elementos nos permitieron volver a reanimar el fuego scout que con la pandemia se fue apagando”.
Pilar Santesteban (CSA): “Este fue mi primer campamento como Pionera. La verdad no entendía nada de qué se trataba todo esto de llegar a intendencia y hacer todo para el grupo completo, y me impresionó lo bacán que es. Al principio pensé que no iba a ser tan entretenido como guías pero superó totalmente mis expectativas, aprendí que entregar también es recibir. Dentro de la comunidad de Pioneras se formó una amistad demasiado buena donde todas nos llevábamos bien y nos reímos todo el día. Lo que encontré impresionante es cómo todas estaban dispuestas a trabajar todo el día y se desvivían por el servicio, tanto para dentro de intendencia como para las golondrinas y guías. Me quedo demasiado feliz con este fin de semana en el que me pude reencontrar con este espíritu scout que a todas nos mueve y donde pudimos pasarlo increíble, siendo nosotras mismas y haciendo lo que más nos gusta. Ya estamos contando los días para el campamento de verano.”
Elisa León (CSA): “Este campamento de primavera, para mí, fue una instancia de crecimiento en comunidad, en donde nos apoyábamos unas a otras y podríamos ser nosotras mismas. También, me encontré conmigo misma, conociendo más como soy y mis defectos, en los que tengo que trabajar. Pude desconectarme y encontrarme con la naturaleza y me fui muy llena y con mucha motivación.”