Se realizó el sábado, en el CSA, más de 70 encargados de la DSB y DSA. Se vivió una jornada intensa de trabajo y oración, en donde a través del lema, se fue develando, que significa poder vivir el Reino de Dios hoy en nuestras vidas. Dio inicio con la charla de Jonathan Perry (oblato), reflexionando la pregunta ¿De qué hablamos cuando hablamos del Reino? Jornada marcada por una profunda oración enmarcadas en las preguntas ¿Quién soy yo? Y ¿Quién soy yo a tus ojos Señor? Terminó con una exhortación, donde José Manuel Eguiguren, hizo un fuerte hincapié en la misión de los jefes; y la importancia de ver el Reino de Cristo en todo momento, el cual nos va iluminando nuestro camino como laicos dentro de nuestra comunidad Benedictina. Comparten su testimonio, Juan Carlos Macuada (DSB): “Para mi haber participado fue una gran instancia para discernir y reflexionar acerca de mi relación con Dios, descubrir quién soy yo y qué lugar ocupa Dios en mi vida. Una vez más me doy cuenta que la Lectio Divina es un regalo de encuentro con el Señor y me motiva a seguir perseverando en ella día a día y también para llevarla a mi comunidad, compartiendo con ellos la buena noticia”.
Dominga Mujica (Promesada DSA): “Partir el año con una jornada de oración es un regalo enorme. En cada detalle se ve la preocupación de muchos, todo ayuda para descubrir en cada lectura, un mensaje de amor y comprensión, que viene de Dios. Sí Señor, gracias por recordarme que soy tu hija amada, que estas siempre a mi lado, que tienes planes para mí, y que con paciencia esperas que yo me ponga en acción”.
Soledad Lira (DSB): “Gracias por este retiro que me recordó que somos escogidos por Dios y bendecidos con su gracia y para que con el poder del Amor y la Oración llegar a ser imagen de que Cristo vive en y entre nosotros!”
Isidora Rabat (DSA): “Quedé muy feliz de haber participado en el retiro de encargados del sábado pasado. La verdad que para mí es un regalo que me inviten a participar de estas instancias, porque soy débil y caigo constantemente en centrarme en las cosas de cada día y en dejar a Dios con el “tiempo que sobra”. Partir el año analizando que “Venga a nosotros tu Reino…” me ayuda a intentar de poner a Dios primero. Como dijo José Manuel “el amor es todo y no hay que anteponer nada a este amor”. Al poner a Dios delante todo lo demás viene por añadidura. Tener mi grupo de lectio también me ayuda a dedicarle más tiempo a Dios que si no lo usaría en cualquier otra cosa y el retiro me motivó a buscar que Dios reine en ella y en mi vida”.