El sábado 27 de mayo se celebró, en el Colegio San Anselmo, la Vigilia de Pentecostés.
Francisco Rivas (SB): “Fuimos en familia a la celebración de Pentecostés, y al igual que el año anterior, fue un momento muy rico, muy familiar, con muchos niños pequeños, de alegría y de compartir. De ver gente y familias que no veo hace un buen rato, que son muy queridas, y ver a exalumnos con sus familias completas y cómo también acuden a estos encuentros de las tres comunidades para celebrar los hitos más importantes de la Iglesia. Esta vez fue un poco distinto, en el sentido que mis hijos fueron los que se acordaron que la próxima semana sería Pentecostés, por lo tanto, en la semana surgió el tema, si asistiríamos a la celebración en San Anselmo, si íbamos a ver a nuestros grandes amigos que son los Ávila, con los cuales participamos de todos las celebraciones de Semana Santa juntos. Nació de ellos la energía para ir, de reservar el sábado, almorzar temprano para descansar y partir a San Anselmo en la tarde. Fue una celebración llena de detalles, preciosa, con una música que es de esa celebración, que uno recuerda todo el año, la espera y por otro lado para nosotros fue un tremendo aporte, porque somos el coro de la parroquia donde asistimos como familia los domingos y el librito que nos entregaron nos proveyó del material principal para la celebración de Pentecostés, que son los cantos del Espíritu Santo. Así que por todos lados fue una muy linda experiencia y cien por ciento recomendable”.
Constanza Azúa (L22): “En la misa de Pentecostés tuve la oportunidad de conversar con mucha gente, es bacán tener momentos donde nos juntamos y compartimos como Movimiento. Hubo momentos y signos importantes que me parecieron muy lindos. Por otra parte, me tocó ser ministro de vela, por lo que pude literalmente compartir esa luz del Espíritu a todas las personas que fueron. Me quedo con esa luz que guarda cada uno de nosotros y que podemos compartir a los demás”.
Beatriz Vermehren (SA): “Este sábado vivimos una oportunidad muy especial como familia al ir a celebrar en el colegio la Vigilia de Pentecostés. Resultó una ceremonia sencilla pero cargada de simbolismo que nos permitió compartir y sobrecogernos. Muchas gracias por invitarnos a tan cariñosa preparación. ¡Qué rico saber que nuestros hijos pasan tanto tiempo entre ustedes!”.