El día lunes 5 de diciembre se llevaron a cabo las últimas Vísperas Generales de este año, y el tema en cada una de las decanias se centró en el Adviento, en mirar este año 2022 y agradecer las manifestaciones de Dios en nuestra comunidad y en nuestras familias.
Macarena García (B93), oblata, nos contó: “Fueron un paso fuerte de Dios; Ignacio Tupper (B93) hizo un anuncio con la lectura de Isaías y nos motivó a iniciar el año, a renovarnos y a esperar la venida de Cristo en la Navidad. Tuvimos un momento de Acción de Gracias, donde cada uno pudo compartir por qué quería agradecer. Fue un espacio muy comunitario el poder escucharse y compartir el paso de Dios por la vida de cada uno. Éstas eran las últimas de este año y nos dejan el desafío de seguir siendo comunidad y hacer de las Vísperas Generales un lugar de encuentro, oración y fraternidad”.
En la Decanía San Lorenzo, su decano Patrick Blumer, oblato, invitó “a vivir el Adviento dentro de nosotros, porque en nuestro interior hay una presencia de Dios”. A “cultivar esta presencia en nosotros, como lo hace una mamá, como lo hizo María”. “Rodearnos de buena compañía, de una comunidad que me apoya”. Profundizar “el contacto con la Palabra de Dios, que me sana, que me limpia, que me fortalece. No vivamos este tiempo de Adviento desde afuera, mirando. Tomemos conciencia: el Adviento se vive dentro de nosotros”.
En San Anselmo, Pablo Rosenbaun (A11) recordó que en Adviento estamos a la espera de tres venidas: “la primera, la de hace aproximadamente 2022 años, donde nuestro Señor habita en la tierra con nosotros, en la que también fue guagua y niño, revestido de la debilidad de la carne”; “ en que se le pudo escuchar y tocar, hizo amigos, a los que amó y también fue traicionado y crucificado”. Una segunda venida, del fin de los tiempos, en donde vendrá con el esplendor de su gloria”: y “una venida intermedia que sucede todos los días, en la que Cristo viene espiritualmente a manifestar la fuerza de su gracia y de su amor”. Invitó a prepararla en la Palabra, la naturaleza, la comunidad y en el interior de cada uno”.
Luego, durante el ágape, María Jesús Airola (A12) compartió con los jóvenes un testimonio de su experiencia en San José.