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Red de colegios
Movimiento apostólico Manquehue
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Movimiento apostólico Manquehue
Las Vísperas Generales en las distintas comunidades manquehuinas tuvieron como marco el Mes de la Patria, unido al Mes de la Palabra, convocado por la Iglesia chilena.
En la Comunidad de San Benito, Rodrigo Vidal, oblato, ayudó a reflexionar cómo lo benedictino ha sido un un camino efectivo de construcción de la identidad y de la patria a través de la historia: ”esto ha sucedido una y otra vez en la historia de las comunidades benedictinas, de manera que hay monasterios que casi se confunden con la historia de las ciudades o de los países, como Westminster en Inglaterra, Pannonhalma en Hungría, o Montserrat en Cataluña. Es impresionante pensar que la vida que generaron estas comunidades comenzó por el simple hecho de que se reunieron para buscar a Dios y escucharlo en su Palabra”. Luego invitó a que en un momento de silencio escribieran una acción de gracias, haciendo oración por Chile con la décima compartida en la edición anterior de El Boletín.
La Comunidad San Lorenzo, Vicente Tagle (B03), oblato, invitó a que un tono de alegría llene nuestro mes de septiembre, a dar gracias: “a meditar la idea de que todo en nuestra vida, incluso lo que va pasando en nuestra comunidad y en nuestro país, puede volverse una razón para dar gracias”. “Necesitamos hoy más que nunca dar testimonio de que el gozo de la fe en nuestra patria es Buena Noticia para un Chile confundido, violentado y herido por las divisiones y tensiones. Seamos Buena Noticia, seamos acción de gracias”. Motivó a un momento de silencio “para pensar de qué le puedo dar gracias al Señor y a nuestra Madre la Virgen hoy”.
En la Comunidad de San Anselmo, Cristóbal Valdés, oblato, invitó a unir este Mes de la Patria al Mes de la Palabra que celebra la Iglesia chilena, a que “celebremos con alegría y gusto las Fiestas Patrias. Que dejemos que el corazón se nos inflame al ver la bandera flamear en septiembre, …que la Sagrada Escritura nos mantenga despiertos a las realidades invisibles hacia las cuales indican como un puntero las realidades visibles. Que la patria sea una señal que nos profetice nuestra patria celestial. Que la Escritura nos despierte para que nuestro asado y las demás celebraciones dieciocheras sean un puntero hacia la gran fiesta del cielo y un pregustar el banquete celestial”. Unido a esto, se invitó a los asistentes a pasar con su biblia a recibir un versículo de envío.
