En Vísperas Generales semipresenciales de este mes, en que se celebró a san Lorenzo, Elizabeth Osorio (L08) compartió tres aspectos de la vida de san Lorenzo que nos enseña hasta hoy: “La importancia de servir: este servicio está centrado en los más necesitados y hace que la Iglesia de su tiempo tenga esta misión”. En segundo lugar: “el verdadero tesoro: tuvo el don de ver en los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos el verdadero tesoro de la Iglesia, que ni el dinero, ni el oro que le tocó administrar, cambiaría su capacidad de acoger y amar al otro”. Finalmente “la fidelidad al llamado y respuesta a Dios: que reconoció el llamado de Dios, dando testimonio de que su entrega fue hasta las últimas consecuencias. Tuvo una relación con Cristo y la comunidad de la Iglesia que lo sostuvieron en la oración”. Señaló: “Los tesoros de la Iglesia están alrededor de todos nosotros, en cada uno de nuestros colegios, nuestras familias, nuestros barrios y nuestros compañeros de trabajo. Lucas por un lado señala en sus Bienaventuranzas a los pobres haciendo referencia a aquellos que lo son materialmente y en Mateo encontramos a los pobres de espíritu, y de cada uno de ellos es el Reino de los cielos. Es por eso que tenemos que estar despiertos para mirar a aquellos tesoros que necesitan que lo recojamos y le demos el valor que merece”. “Nosotros hemos recibido una herencia que se ha transformado en nuestra cultura particular; que es la tutoría, la comunidad y la lectio. San Benito y san Lorenzo nos dejan ese testimonio que imitaron de Jesús, que es conocer y amar al otro, primero obrando y después hablando”.
Las Vísperas Generales finalizaron con una cueca compuesta especialmente para san Lorenzo.