El sábado 30 de mayo, al concluir los 50 días desde la Resurrección del Señor, celebramos Pentecostés en San José.
Nos levantamos temprano y durante toda la mañana tuvimos un retiro en la Casa Santa Hilda donde se nos invitó a recibir el Espíritu con un corazón nuevo (cf. Ez 36,26).
Y al ponerse el sol, el Puesto San Agustín nos acogió para nuestra Vigilia de Pentecostés, donde todos participamos, cantamos, hicimos motivaciones y escuchamos los ecos de los demás. Al final apagamos el Cirio Pascual. Y la fiesta del Espíritu nos llevó a un asado patagón afuera donde todos cantamos en una peña, con canciones preparadas especialmente y con cariño por cada uno.