Dentro de los trabajos agrícolas y los nuevos avances del Monasterio, la casa San Beda ya cuenta con su huerto de frutales y una chacra.
Durante el primer semestre de este año, tanto los jóvenes formandos como las personas que vinieron a retiro, ayudaron en la preparación del terreno para plantar los árboles. Membrillos, cerezos, nogales, manzanos, perales y ciruelos fueron traídos desde la zona central con el fin de dar vida a este proyecto que muchas personas soñaron ver realizado.
Por otro lado, el trabajo del segundo semestre se vio, durante algunas semanas, focalizado en el arado, construcción y siembra de una chacra. En ella se pusieron habas, arvejas, zanahorias, papas y lechugas, y ya podemos empezar a ver los primeros brotes.
Junto con el invernadero de la casa Santa Hilda, el huerto y la chacra de San Beda buscan auto-sustentar parte del consumo de frutas y verduras de la decanía, además de aprender a trabajar la tierra al igual como lo hacen nuestros vecinos.