El Mes de la Patria ha sido, para los miembros de San José de Mallín Grande, un mes muy movido. Luego de un principio de septiembre muy helado, con temperaturas bajo cero, los oblatos viajaron cerca de diez días a Santiago a un encuentro con el resto de la comunidad. A su regreso en Aysén, el día 15 se pudieron reencontrar con las dos formandas que vinieron este semestre: Darlyn Soto (L22) y Francisca Sanhueza (L22), quienes se quedaron con Consuelo Ingunza (A15) y Javiera Lubascher que, generosamente, vinieron a San José mientras las formadoras de Santa Hilda estuvieron en Santiago.
Las celebraciones del 18 se vivieron en un ambiente patagónico y con un clima y una luz propios de la primavera. La Casa San Beda pasó las fiestas patrias en la casa de José Manuel Eguiguren, junto a su familia y algunos amigos venidos principalmente desde Coyhaique. Por su parte, la Casa Santa Hilda celebró en la casa de unos vecinos amigos de Mallín.
Tras hacer una despedida para Javiera y Consuelo, el 20 llegó un grupo de 12 alumnos y alumnas de los colegios San Benito y San Anselmo junto a tres tutores.
El retiro de los escolares ha sido con miras a la Patria Celestial, han tenido visitas de José Manuel Eguiguren, Alberto Cox (A07) y Cristóbal Valdés, oblatos, quienes se encontraba de visita en este lugar y pudieron pasar un día con la comunidad.
Bajo la mirada del Celestial espectador (VB 3, 5) se han vivido estos días de septiembre en la Patagonia, gozando y compartiendo juntos la vocación común que el Señor les ha regalado.