“Escuchar con gusto las lecturas santas”
La Lectio Divina es una forma especial de leer la Palabra de Dios contenida en las Escrituras y de encontrarse en ellas con Jesucristo.
Es, sobre todo, un contacto diario, personal, íntimo con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, un contacto con Jesucristo, nuestro Señor y nuestro hermano, que se realiza en la Sagrada Escritura.
Es lo que indica su nombre “Lectura de Dios”.
Una lectura hecha con fe – Dios habla, Dios me habla aquí y ahora- y con la mayor atención; una lectura pausada, meditada, saboreada.
Una lectura en la que el lector se deja arrastrar por la Palabra de Dios, que le habla personalmente a él, guardando silencios para dar paso a la escucha y respondiendo a Dios en la oración y en la vida.
Es una lectura espiritual que libera, sana y da vida, porque se eleva sobre el sobre el sentido literal del texto por la acción del Espíritu Santo para escuchar la voz de Dios que deifica al hombre, produciendo en él la conversión desde una mente carnal y vacía a gozar de la mente de Cristo, la escucha de Cristo, el corazón de Cristo y la mirada de Cristo.
La lectio divina nos conduce a la celebración de nuestra fe en la Liturgia de las Horas y en la Eucaristía dominical.
Para nosotros es una actividad primordial, porque deseamos vivir de la Palabra y que ésta ilumine todos nuestros que haceres.