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Red de colegios
Movimiento apostólico Manquehue
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Movimiento apostólico Manquehue
Entre el 15 y el 22 de octubre, las comunidades San Carlos Borromeo, de SB, y San Anselmo, de SA, con sus encargados, los oblatos Anthony Dore y Patrick Blumer, vivieron una experiencia en San José, en el Puesto San Agustín.
Comparte Álvaro Molina, de la comunidad San Carlos: “Algunos reviviendo visitas anteriores y, en mi caso, como novato. Nuestro día se ajustaba al Ora et Labora teniendo en la Liturgia de las Horas y en la oración personal la primera parte, y en el trabajo del campo, de la organización de la biblioteca y en el corte y apilado de la leña, la parte del trabajo. Pudimos participar en la liturgia dominical en Puerto Guadal junto con personas de la comunidad local y tener la bendición de recibir espiritualidades de parte de Manuel José, José Manuel, Luz Cosmelli y Rosario Achondo. Otro punto relevante fueron las visitas a las comunidades de San Beda y Santa Hilda, así como compartir caminatas. La más impactante, la recreación de nuestro bautismo y la visita a la cruz que recuerda a Monato. El contacto con la impactante naturaleza del Lago General Carrera y la cordillera de Los Andes fue una demostración patente de la inmensidad de nuestro Creador”.
Jorge Uribe (B90), de la Comunidad San Anselmo: “Nuestra llegada marcó el fin de la nieve y la tormenta, y la bienvenida formal a la primavera, con una semana de sol como no se daba hacía tiempo. Queríamos buscar al Cristo oculto en el día a día de nuestra vida, según decía nuestro lema “Vuestra vida está oculta con Cristo en Dios” (Col 3, 3b) y partimos revisando nuestro bautismo, esa marca de fuego en el espíritu de cada uno que Manuel José nos recordó, haciéndonos contestar ¿quién es cada uno como bautizado y como promesado? y que es ahora cuando se vive la fe, no ‘en un tiempo más’.
Subimos a los cerros y nos encontramos ante una creación magnífica: nos tocó cordillera, nieve, lago, bosque y fauna, todos en armonía y nosotros ahí en medio. En un momento metimos las manos en la tierra para darnos cuenta que no sólo somos parte de esta creación; somos la parte favorita de la creación, la única parte de la creación que puede darse cuenta de que Dios está aquí. Y metimos las manos en la tierra para sentirlo más cerca, y metimos las manos en agua que corría del cerro para renovar nuestro bautismo en esta misma creación. Participar en esta creación viene con una misión, y Luz Cosmelli nos invitó a renovar esta misión de ir como los apóstoles (Lc 10, 1-5), porque la mies es mucha pero los obreros son pocos. Y para completar esta misión es importante no desfallecer en la oración, y para eso las oblatas de Santa Hilda nos invitaron al interior de su casa a renovar la fuerza de la oración, hogar donde tanta gente ha sanado y aprendido a orar y a tomar fuerza para la misión.
Durante una semana los adultos aprendimos a compartir igual que los alumnos. Compartimos el desayuno, lectio, Laudes y Vísperas, compartimos almuerzo y el trabajo del campo y compartimos de nuestros hijos y nietos. También compartimos nuestros dolores imborrables y nuestros temores más profundos, pero aprendimos que el amor vence al temor, porque el Señor no ha venido a juzgar sino que a salvar y, que si buscamos las cosas de arriba y lo hacemos de corazón, nos dará una herencia en recompensa (Col 3, 23). Y la herencia ha sido buena. Gracias por la invitación”.
Comunidad San Carlos Borromeo: Anthony Dore, Carlos Eduardo Ossa, Rafael Carvallo, Álvaro Molina, Mariano Valdés, Ricardo Edwards.
Comunidad San Anselmo: Patrick Blumer, Diego Johnson, Cristián Duch, Jorge Uribe (B90).
