Durante el fin de semana del 23 al 25 de agosto tuvieron el retiro de rama mujeres en la Casa de Espiritualidad Santa Teresa de Los Andes, en Auco, donde participaron jóvenes, en su la mayoría exalumnas de los colegios de Manquehue. Se sumaron amigas de la universidad de exalumnas de San Anselmo, además fue la Comunidad San Jerónimo y las tutoras de la Rama. Elizabeth Osorio (L08) comparte :
¿Cuál era el objetivo del Retiro?
“El objetivo del retiro era que las jóvenes pudieran conocer, encontrar, anunciar y nutrir en profundidad su propia experiencia de fe, aprovechando la mística, la sencillez y el espacio de desierto del Santuario de los Andes, y tomar conciencia de que en el MAM tienen un camino y una comunidad que las apoya en su vida de fe. Este objetivo nace desde diferentes grupos de jóvenes que participaron de una cierta manera en la preparación que viene desde abril con pequeños encuentros”.
¿Por qué el lema?
“Nuestro lema fue “Creí, por eso hablé” (2 Co 4, 13) porque estuvimos centradas en la Palabra, la comunidad y la misión”.
¿Cómo se desarrolló el Retiro?
Partimos el día viernes con una dinámica muy buena para conocernos, que nos permitió romper el hielo, para luego entrar a un trabajo personal de introspección, que nos preparó para cerrar este día con hora de Completas y Adoración al Santísimo. El sábado partimos con un anuncio testimoniado de Jonathan Perry de cómo la Palabra de Dios ha tomado su vida, que nos abrió a la lectio divina por grupo. Luego nos visitó la Mane Besa y compartió su testimonio sobre la alegría del Evangelio y la cruz gloriosa. Después del almuerzo hicimos una peregrinación silenciosa hacia la cripta de Santa Teresa de los Andes, que tenía cuatro estaciones para ir acallando el corazón y permitir que la Palabra de Dios fuera resonando en nuestro interior, o, a la luz de una cita de Teresita, poder ir despertando. Al volver tuvimos un bloque de espiritualidad: por un lado la Javi Lubascher nos habló sobre las dudas de fe y cómo debemos anclarnos en la esperanza, y por otro lado la Trini Hüe nos abrió la Historia Sagrada con la historia de cada una. Fue muy bien valorado, nuestros tiempos se fueron marcando con las horas del Oficio.
Para finalizar este largo día, cerramos con el testimonio de la Maca García y la radicalidad de seguir a Jesucristo, y una rica convivencia para celebrar el gozo de la amistad y el encuentro.
Si bien el domingo es más corto, fue provechoso. Rezamos laudes y ahí compartimos los ecos, donde fue muy impresionante escuchar a las jóvenes y ser testigo de lo feliz que estaban de este fin de semana de descanso en el Señor. Luego de dejar todo ordenado y cargado antes de volver a Santiago fuimos a la misa que se realiza en la cripta por arreglos en el Santuario. La misa fue literalmente una experiencia de Iglesia por la cantidad de personas que estaban presente”.
Concluye Eli: “Fueron días de un paisaje que estaba maravilloso y ya eso nos hablaba de un regaloneo de Dios y de lo perfecto de su creación”.