El 16 de diciembre será beatificado el cardenal Eduardo Pironio en el Santuario de Nuestra Señora de Luján, en una misa presidida por el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente de la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano, quien fue secretario de Pironio durante 23 años. De nacionalidad argentina, como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, el cardenal Pironio realizó las Jornadas Mundiales de la Juventud nacidas de la intuición profética de Juan Pablo II.
Entre las personas que han apoyado al Movimiento con sus consejos e inspiraciones, fue clave el entonces presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, cardenal Eduardo Pironio, quien a través de sus consejos y posteriormente de una Laudatio, animó al Movimiento a seguir siendo profundamente laico, eclesial y benedictino, exhortando a José Manuel Eguiguren a “que vivan hondamente su eclesialidad en torno al obispo, en una profunda espiritualidad benedictina y siendo auténticamente laicos”.
La Laudatio es una carta oficial que recibió el Movimiento el año 1993 de parte del cardenal Eduardo Pironio, que manifestaba el discernimiento eclesial del carisma manquehuino y en donde los insta a “extender sus radios de convocación, de servicio, de extensión misionera en diversas iglesias particulares, siempre en comunión con sus pastores”.
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