Hace muchos años participamos como Movimiento en la ‘Oración por Chile’ organizada en el mes de septiembre por el Departamento de Laicado. Participan Movimientos, Asociaciones y Comunidades Laicales de la Arquidiócesis de Santiago. El sábado 14 de septiembre fuimos un grupo de seis personas a representar al Movimiento Manquehue en la ‘Oración Misionera por Chile’ versión 2024, pero este año el formato fue muy fue distinto.
Jonathan Perry, Responsable del Movimiento, comparte: “La experiencia fue impresionante. Luego de juntarnos en la Catedral más de 150 personas para una oración inicial dirigida por el Obispo Auxiliar Monseñor Álvaro Chordi, salimos en grupos para realizar una “oración misionera” en lugares previamente designados entre las calles y esquinas alrededor de la Plaza de Armas. Al volver, celebramos juntos la Misa en la Catedral, que fue una verdadera fiesta de comunión. Todos estábamos de acuerdo con Monseñor Chordi cuando citó a Juan Pablo II en Redemptoris Missio: “¡La fe se fortalece dándola!”.
Esta experiencia me generó varias reflexiones. Primero, me hizo muy bien salir de mi comodidad para compartir mi fe en la esquina de una plaza pública. Segundo, en la medida en que avanzaba la misión, fui tomando conciencia de que estaba compartiendo con otros lo más importante que tengo, el regalo más enorme, que es mi convicción de que Dios existe y actúa con poder y amor en nuestras vidas, y que habla por las Sagradas Escrituras. Tercero, el método fue muy acogedor y bien pensado, era una invitación amable, no invasiva, para recoger intenciones de las personas por las que les gustaría que rezáramos, y luego ofrecer que llevaran una lectura bíblica impresa en una tarjeta, lo que es algo que se puede replicar en cualquier instancia, sea en los patios o la entrada de nuestros Colegios, o cualquiera parte, y no solo en la Plaza de Armas. Cuarto, fue bueno compartir la misión común en comunidad como MAM y también junto con otros movimientos y asociaciones, siendo una oportunidad para conocerse y orar juntos.
En resumen, quedé feliz con la experiencia. Volví a mi casa con el corazón contento de haber sido ‘Iglesia en salida’ como piden nuestros Obispos (Orientaciones Pastorales CECH 2023-2026 ‘Anunciar a Jesucristo caminando juntos’ n°32-35). Me dio fuerzas para la misión que tenemos en nuestros Colegios, nuestros grupos de lectio, en nuestras familias, nuestras amistades, con los jóvenes, en San José, en las misiones en el extranjero, porque efectivamente estamos todos llamados a “salir”.