Algunas comunidades de la Rama Adultos de San Anselmo, luego de prepararse en comunidad, realizaron su peregrinación comunitaria, cruzando juntas la Puerta Santa.
Daniela Vidal: “Hoy vivimos una experiencia muy linda con nuestra comunidad: cruzamos la Puerta Santa en peregrinación, en un gesto de fe, renovación y esperanza. Terminamos con un picnic, entre risas y conversación, fue la forma perfecta de recordar que la fe también se vive en lo cotidiano, en comunidad, en lo simple. Nos vamos con el corazón lleno y agradecida por nuestra amistad, unidas por la Fe.
Catalina Correa: “Fue un lindo momento esta peregrinación en comunidad. Sentí que el Espíritu Santo nos acompañaba con su gracia, y nos daba esperanza que con Él podemos transformarnos y vivir aquí en paz y llegar al cielo”. Pilar Leyton: “Como siempre, un gran regalo estas instancias que nos invitan a vivir. Uno va con el corazón abierto a recibir ‘algo’ pero no dimensiona el tamaño de ese ‘algo’ hasta que estás ahí y te das cuenta cómo el Espíritu Santo nos habla a través de otros y nos da ese regalo inmenso que nos queda en el corazón, calmando nuestras almas, dándonos una paz infinita y diciéndonos las palabras que necesitamos escuchar en un determinado momento de nuestras vidas”. Carmen Luz Lecaros: “Para mí fue un regalo de Dios tener la maravillosa oportunidad de peregrinar con mi comunidad, a ese templo jubilar y sentirnos hijas amadas por Dios y la Virgen”.
Francisca Valverde: “Nos juntamos en una casa para entender el significado de lo que íbamos a realizar y luego nos fuimos en un auto rezando el rosario. Fue muy bonito hacerlo con mi comunidad, es algo que une y crea lazos… compartir mi espiritualidad me ayuda y espero que ayude a las demás. Una vez en la Parroquia, cruzamos una a una la puerta y luego dentro, al lado de la imagen de la Virgen, hicimos lectio. Fue una oportunidad especial de recibir la Gracia de Dios de forma privilegiada, que creo que no debemos desaprovechar, sin embargo, tengo claro que Dios me abre puertas todos los días para encontrarlo y seguirlo, y la Iglesia me hace esto más claro y patente al darme esta oportunidad especial. Ojalá todos puedan pasar por una Puerta Santa para hacernos más conscientes de que seguir a Jesucristo necesita de nuestra decisión perseverante, ya que las puertas de su corazón siempre están abiertas para nosotros”.