Noviembre 17, 2025 Destacado

Lectio de la semana

 

 

Lunes 17 de noviembre

Lc 18, 35-43

Motivación

El Evangelio hoy Señor nos invita a mostrarle nuestras cegueras para que Él las sane,  nos invita a la fe y a abrir nuestros ojos a las manifestaciones Su amor.

Lectura

Cuando se acercaba a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello.  Le informaron que pasaba Jesús el Nazoreo y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran. Cuando se acercó, le preguntó: «¿Qué quieres que te haga?» Él dijo: «¡Señor, que vea!» Jesús le dijo: «Recobra la vista. Tu fe te ha salvado.» Y al instante recobró la vista y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios.

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio?
¿Conozco dónde están hoy mis cegueras?
¿Cómo las pongo delante del Señor para que las vaya curando?

 


Martes 18 de noviembre

Lc 19, 1-10

Motivación

El señor nos llama por nuestro nombre, y quiere ´hospedarse´ en nuestra casa, en nuestros corazones, nos invita a acogerlo y a dejar que vaya convirtiendo nuestro corazón.

Lectura

Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.

Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»

Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio?
¿Cómo está mi corazón para que el Señor pueda hospedarse en él?
¿Cómo busco que Jesús me mire?
¿Cómo está mi juicio a los demás? 

 


Miércoles 19 de noviembre

Lc 19, 11-28

Motivación

El Evangelio nos llama a estar atentos al Reino de Dios, a desarrollar los dones que el Señor nos da, confiando en la acción del Señor que los multiplicará para dar a conocer su Reino.

Lectura

Mientras la gente escuchaba estas cosas, añadió una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo, pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Llamó a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: `Negociad hasta que vuelva.’  Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: `No queremos que ése reine sobre nosotros.’
«Cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: `Señor, tu mina ha producido diez minas.’ Le respondió: `¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo insignificante, toma el gobierno de diez ciudades.’  Vino el segundo y dijo: `Tu mina, Señor, ha producido cinco minas.’  Dijo a éste: `Ponte tú también al mando de cinco ciudades.’
«Vino el otro y dijo: `Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de tí, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste y cosechas lo que no sembraste.’ Dícele: `Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.’  Y dijo a los presentes: `Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas.’ Dijéronle: `Señor, tiene ya diez minas.’  -`Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.’ «`Y a esos enemigos míos, que no querían que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí.’»
Y dicho esto, marchaba por delante, subiendo a Jerusalén. Al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos.

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio? 
¿Cómo estoy administrando los dones que el Señor me ha dado?

 


Jueves 20 de noviembre

Lc 19, 41-44

Motivación

Hoy Jesús nos llama a estar atentos a su mensaje de paz; a abrir el corazón para escucharlo, para reconocer Su acción en nuestra vida.

Lectura

Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita.»

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio? 
¿Cómo veo el paso de Jesús en los acontecimientos de mi vida?
¿Cómo puedo reconocer la acción de Dios en mi vida?

 


Viernes 21 de noviembre

Mt 12, 46-50

Motivación

Hoy celebramos la Presentación de la Virgen María y el Evangelio nos invita a seguir su ejemplo de escucha de la Palabra de Dios  y a cumplirla.

Lectura

Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él. Alguien le dijo: «¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte.»

Pero él respondió al que se lo decía: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio? 
¿Cómo vivo la voluntad de Dios?
¿Cómo la estoy buscando?

 


Sábado 22 de noviembre

Lc 20, 27-40

Motivación

La lectura de hoy nos invita a vivir nuestra resurrección, a no enredarnos en nuestra visión puramente, humana, sino a vivir cada día con una dimensión de Vida Eterna.

Lectura

Se acercaron algunos de los saduceos, los que sostienen que no hay resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si a uno se le muere un hermano casado y sin hijos, debe tomar a la mujer para dar descendencia a su hermano. Pues bien, eran siete hermanos. El primero tomó mujer y murió sin hijos; la tomó el segundo, luego el tercero; y murieron los siete, sin dejar hijos. Finalmente, también murió la mujer. Ésta, pues, ¿de cuál de ellos será mujer en la resurrección? Porque fue mujer de los siete.» Jesús les dijo: «Los hijos de este mundo toman mujer o marido; pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.  No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven.» Algunos de los escribas le dijeron: «Maestro, has hablado bien.»  Pues ya no se atrevían a preguntarle nada.

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio? 
¿De qué manera mi diario vivir refleja mi fe en la vida eterna?
¿En qué tengo puestas mis esperanzas?

 

 


Domingo 23 de noviembre

Lc 23, 35-43

Motivación

Hoy, celebramos la Fiesta de Cristo Rey y el llamado del Evangelio es a reconocerlo como Salvador y Rey de nuestras vidas. Su reinado se basa en el servicio, en la justicia y el amor, al cual estamos llamados a vivir cada uno de quienes integramos la Iglesia

Lectura

Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «Ha salvado a otros; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.» También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre  y le decían: «Si tú eres el rey de los judíos, ¡sálvate!»  Había encima de él una inscripción: «Este es el rey de los judíos.»

Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» Pero el otro le increpó: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena?  Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste nada malo ha hecho.» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.»  Jesús le dijo: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.»

Preguntas

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio? 
¿Cómo estoy haciendo vida el Reino de Dios hoy?
¿Cómo lo dejo actuar en mi vida?
¿Cómo puedo dar testimonio de que creo en Jesús Rey del Universo?

 


Lunes 24 de noviembre

Lc 21, 1-4

Motivación

Jesús nos llama al desprendimiento, a no aferrarnos a lo que tenemos, si no a poner nuestra confianza en la acción de Dios en nuestras vidas.

Lectura

Alzando la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: «De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que nadie. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobra, ésta en cambio ha echado de lo que necesita, de todo lo que tiene para vivir.»

Pregunta

¿Qué me anuncia hoy el Evangelio?
 ¿De qué estoy aferrado? ¿cómo puedo ir desprendiéndome?