Septiembre 30, 2024 Destacado Noticias

50 años de la Vicaría para la Educación

El jueves 26 de septiembre, Ana María Cordero y Margarita Crespo (B92), del Centro de Educación Manquehuina, representaron a la Red de Colegios de Manquehue en la misa y celebración de la Vicaría de la Educación del Arzobispado de Santiago, en la Parroquia El Sagrario, cuyo altar preside la Virgen del Carmen, al interior de la Catedral Metropolitana.

La Vicaría fue creada el 4 de julio de 1974 por el cardenal Raúl Silva Henríquez, y su primer vicario fue el sacerdote salesiano Víctor Gambino. Durante estas cinco décadas ha impulsado con fuerza la misión evangelizadora de la escuela católica, con iniciativas como abogar por que cada colegio tuviera su Proyecto Educativo, mucho antes de que fuera una exigencia legal, que la pastoral no se restringiera a las clases de religión, la participación en grandes celebraciones y encuentros de Iglesia, la formación de jóvenes líderes católicos y múltiples instancias de formación y reflexión frente a sucesos de la actualidad nacional y eclesial.

Margarita nos comparte: “la misa fue celebrada por Monseñor Fernando Chomali, junto a otros sacerdotes y obispos, y en su homilía reflexionó en que lo propiamente nuestro es que los jóvenes conozcan la Verdad. Es frívolo formar jóvenes en un colegio católico para que saquen un puntaje. Yo no estoy dispuesto a eso. Los profesores conducen al niño y joven a la búsqueda de la Verdad. El puntaje es el desde de la calidad de un colegio. La misión es que se encuentren con la Verdad, que es Jesucristo. La misión educativa es una misión evangelizadora. Nos llamó a ser muy cuidadosos de cuánto tiempo gastamos en temas prácticos y cuanta energía dedicamos a lo propiamente nuestro, a custodiar la identidad católica, que cree en la dignidad del ser humano, para que quiera formar familia, que vea a los hijos como una bendición, que se cuestione la vocación sacerdotal desde muy joven, que desarrolle sus talentos para ofrecerlas a la sociedad. Que estos 50 años sean un nuevo impulso, en tiempos cambiantes, a quedarnos con lo propio: la identidad católica, la centralidad de Jesucristo, la búsqueda de la Verdad y la formación de personas auténticamente libres que busquen y desarrollen la vocación que Dios les ha regalado”.