La mañana del sábado 16 de diciembre la Iglesia de Santiago dio la bienvenida a su nuevo Arzobispo, Monseñor Fernando Chomalí Garib, durante una solemne Eucaristía de Toma de Posesión celebrada en la Catedral Metropolitana.
Monseñor Chomalí, decimocuarto Arzobispo de Santiago de Chile, expresó en su Homilía: “Estoy convencido de que quien no reza, no tiene nada que decirle al mundo. Pretendo, junto al presbiterio, ejercer un ministerio relevante y significativo, que solo será posible si está enraizado en la oración. Debemos ser una comunidad orante; de lo contrario, desapareceremos como Iglesia. Podremos hacer buenas acciones o proveer servicios religiosos, pero no seremos una iglesia orante, el cuerpo de Cristo”.
Además, se comprometió a anunciar a Jesús a tiempo y a destiempo, dejando claro que esa es la tarea de la Iglesia y no meterse en política: “Promovemos una ética personal como fuente de cambio, la justicia social como motor de prosperidad y la paz social como resultado de una sociedad justa, donde nadie quede excluido. Promovemos el bien común no como la suma de bienes individuales, sino desde el convencimiento de compartir una humanidad común y de respetarnos mutuamente. Antes de ser católico o judío, antes de ser israelí o palestino, antes de ser ruso o ucraniano, somos seres humanos, y frente a un ser humano, debemos arrodillarnos, pues ahí está la impronta de Dios, creados a su imagen y semejanza”, expresó el Arzobispo de Santiago.