A través de una declaración pública, las principales confesiones religiosas de Chile expresaron su profunda preocupación por el deterioro de las relaciones cívicas, el aumento de la inseguridad, la corrupción y la incapacidad de los actores políticos para llegar a acuerdos. Ante esta situación se llama a un acuerdo nacional para resolver los graves problemas que enfrenta el país.