Entre el 26 de septiembre y el 5 de octubre, siete jefas de scout de los tres colegios (3 CSB, 3 CSA y 1 CSL) y las tutoras, Macarena García (B93), oblata y asesora de scout CSB, Antonia Blanco (A20) ex jefa de grupo del CSL y María Jesús Airola (A12), asesora del CSA.
María Jesús nos cuenta: “El lema de la experiencia fue del Evangelio de Juan, de la lectura de Jesús con Natanael, porque nos dimos cuenta que desde esa primera mirada de Jesús con cada uno de nosotros, se desprende TODO.
Esa semana tuvimos muchas fiestas de distintos santos y ángeles, que enriqueció mucho, sobre todo para los temas de conversación, nos abrió a una nueva mirada de personas comunes que quisieron ser radicales en vivir su fe y el ser cristianos, y que es muchas veces lo que quieren ser los jefes de scout, el ser radicales.
Nos metimos harto en la lectio, el por qué y cómo se hace; en el Oficio como un sello eclesial y benedictino; y en la tutoría, pero desde la mirada del Evangelio con la fuerte figura del apóstol Felipe.
Creo que lo clave de la experiencia fue que nos separamos de nuestro rol de jefas scout en ciertas cosas, porque quisimos vivir la experiencia de nuestro ser cristianas. Porque sabemos que el rol de jefa pasa, que la universidad pasa, pero la Palabra de Dios no pasa, y es lo que nosotros podemos entregar y lo que ellas pueden entregar hoy a las niñitas a su cargo.
Tuvimos el privilegio también de tener adoración al Santísimo y también de ir a una misa con el Obispo en Guadal, estando con los vecinos y con las escolares de Santa Hilda.
Como todos saben, el clima jugó a nuestro favor. Llovió toda la semana y se anegaron los caminos, y ya cuando sabíamos que no nos íbamos a poder venir, amaneció todo nevado. Digo que jugó a nuestro favor porque estuvimos obligadas a poner en práctica lo que vivimos esos días… surgieron muchas dudas ¿no que la esperanza no falla?, ¿no que Dios nos da lo que necesitamos? ¿Por qué, si somos jefas, nos tenemos que perder los Colores (la reunión de scout de los tres colegios) por venir a San José? Fue vivir el combate de la fe, saber que es un camino, que los tiempos de Dios son totalmente distintos a los nuestros y darnos cuenta y decir firmemente que la esperanza en Jesucristo NO falla, que Él NO nos miente, que NO se equivoca. Y fue en Laudes del día que no nos pudimos venir, donde Dios se manifestó fuerte y nos regaló los versículos: “Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden, y se derriten; sopla su aliento y corren” (Sal 147, 15-18) y ahí captamos, que siempre está y va a estar todo bien”.