El sábado 15, se dieron cita en San Anselmo integrantes y encargados de grupos de lectio, buscando la oportunidad de renovar su encuentro personal con Cristo en la lectio divina, de abrirse a la gracia del Espíritu para dejarse guiar en su encuentro con Cristo y ser testigos misioneros de su amor. Una mañana de oración, silencio y compartir en comunidad, en torno a tres palabras claves: esperanza, corazón y Espíritu Santo.
Benjamín Compte (B00), promesado: “Con el lema “La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5, 5), nos juntamos el pasado sábado la Rama de Adultos del Movimiento. En lo personal, haber podido entrar en el misterio del interior, con tanta sencillez en las explicaciones sobre la presencia de Dios en mi vida, fue un gran regalo. Me quedo con la imagen del ekeko que usó Juan José Melero en su charla, sobre todo aquello que me debo desprender para entrar en la presencia de Dios”.
Juanita Vallejos, de la Comunidad de San Lorenzo: “Ha sido un inicio de año muy motivante, donde el Señor me habló de la esperanza y cómo cambia la realidad cuando se mira con esperanza… esperanza en su Palabra, en su misericordia y su lealtad. La esperanza me levanta, me ilumina el camino, dándome las fuerzas para sortear obstáculos y experimentar una gratitud inmensa del amor de Dios. Ha sido un regalo el haber compartido y reencontrarme con tanta gente querida, y conocer a algunas que participaron en mi grupo. Gracias a todos los que hacen posible que el Amor de Dios sea manifestado tan fuertemente en cada uno de nosotros”.
Catalina Rodríguez, de la Comunidad de San Anselmo: “El retiro fue un verdadero regalo, una mañana para pausar, escuchar y enriquecerse en comunidad, profundizando en la vida espiritual. Son momentos que dejan el corazón un poco más liviano y la mente con mayor claridad para seguir adelante, incorporando lo aprendido en lo simple y cotidiano”.