En la madrugada del 6 de agosto, el papa Francisco presidió la misa ante un millón y medio de jóvenes y les exhortó a no desanimarse ante ningún obstáculo: la Iglesia y el mundo los necesitan como la tierra de la lluvia. Antes de rezar el ángelus, el Santo Padre anunció que la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2027 será Seúl, Corea del Sur. Ver misa de clausura.