El sábado 28 de noviembre el arzobispo de Santiago, Monseñor Celestino Aós, recibió de manos del papa Francisco el birrete cardenalicio, el anillo y el título de la Iglesia de la que será “párroco” en Roma: la basílica dedicada a los mártires Santos Nereo y Aquileo. El Papa en su homilía se refirió al “camino” como “el lugar donde se desarrolla siempre la trayectoria de la Iglesia: el camino de la vida, de la historia, que es historia de salvación en la medida en que se hace con Cristo, orientado a su Misterio pascual. Jerusalén siempre está ante nosotros. La cruz y la resurrección pertenecen a nuestra historia, son nuestro presente, pero también son la meta de nuestro camino”.
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