Tras finalizar su retiro final y el retiro de escolares de fin de semestre, el jueves 30 de junio regresaron a sus casas en Santiago María Jesús Airola (A12) y Antonia Ríos (A17) que estuvieron viviendo desde marzo en la Casa Santa Hilda.
Las jóvenes se sumaron al horario normal de San José donde pudieron gozar de la espiritualidad de Manquehue en el entorno natural que la Patagonia.
Antonia Ríos (A17): “Yo estoy contigo; te guardaré por donde vayas y te devolveré a esta tierra. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho” (Gn 28, 15).
Para mí la experiencia de cuatro meses en San José fue un regalo. Vivir en comunidad, hacer lectio todos los días, rezar el oficio, trabajar, visitar y el contacto con la naturaleza y la vida sencilla me hicieron completamente feliz.
Descubrí que Dios busca encontrarse conmigo en mi claustro interior, descubrí a Dios en la comunidad, descubrí a Dios hablándome diariamente en la lectio y me fui conociendo más a mí misma gracias a la vida en comunidad.
Dios se me manifestó en todo, todo me habló de Dios. Creo que estos meses fue un profundizar en mi fe, en mi encuentro y un tiempo lleno del amor de Dios. Se me hizo evidente que Dios me ama y me lo manifestó fuertemente en la comunidad, en las convivencias, en los acompañamientos, conversaciones, en la risa, simplemente estando en silencio, en los gestos de cariño y en la rutina.