Agosto 19, 2024 Rama Adultos

Retiro Rama Adultos

“VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA Y LA LUZ DEL MUNDO” (Mt 5, 13ª. 14ª)

Con la presencia del Responsable Jonathan Perry, el sábado 10 de agosto se realizó, en la Comunidad de San Anselmo, el retiro de adultos. Tuvo como objetivo volver a la centralidad de Jesucristo, con quien se encuentran en su Palabra, tomar conciencia de su rol como laicos dentro de la Iglesia, tener un espacio de oración personal por medio de la lectio y disfrutar del encuentro comunitario.

Pilar Canales (A08), Dominga Mujica y Juan José Melero (B02), oblato, compartieron su testimonio de laicos que viven en el mundo, reconociendo en su propia historia el encuentro que han tenido con Jesucristo en sus vidas.

Nos cuentan cómo vivieron el retiro, de la Comunidad de San Benito, Belén Ruíz Clavijo (B92): “Qué importante fue para mi tener una mañana en la que se abrió un espacio de encuentro con Dios a través de la Liturgia de las Horas, la lectio divina, el silencio y de la generosa entrega de tres personas que compartieron su experiencia de ser laico en la Iglesia de hoy. Todo esto me ayudó a comprender que vivir cristianamente, vivir siendo parte activa de mi Iglesia, es, ante todo, aprender a descubrir cómo Cristo camina a nuestro lado y cómo el Espíritu va guiándonos en nuestra realidad para transformar nuestra vida en un testimonio de fe”.

De San Lorenzo, Sisi Severino: “una experiencia muy enriquecedora donde pude darme cuenta que, a pesar de todo, la búsqueda de Dios sigue siendo la respuesta significativa y necesaria para vivir la vida hoy. Desde mi realidad única, cercana y desde la fe. Un reencuentro grato con personas acogedoras”.

Francisca Verschueren, de la Comunidad de San Anselmo: “Al escuchar las palabras de los expositores, así como los momentos de silencio y convivencia con otros, recibo una linda invitación llena de esperanza: somos laicos y debemos permitir que el amor de Dios nos transforme. Desde nuestro bautismo, Él nos dice: “Ustedes son la sal y la luz del mundo” (Mt 5, 13-14), invitándonos, a través de Su palabra, a ser testigos para otros, mostrando la alegría de vivir, la esperanza en Su resurrección, donde Dios lo transforma todo, y la paz que permite estar en oración con Él”.