Hasta el puesto San Agustín, en San José, llegó el grupo de promesadas de la Decanía San Benito, a vivir una experiencia de encuentro con Cristo en la amistad, en la naturaleza y en la lectio.
“Por eso voy a seducirla, llevarla al desierto y le hablaré al corazón” (Os 2,1)
Verónica Vargas:“Me llevó al desierto, me sedujo y me habló al corazón, vuelvo llena de Él y preparada para poner todas mis debilidades y pecado, que pude ver con nitidez a los pies de la cruz, y Él que todo lo puede me haga renacer sana y limpia y llena de energía para salir a la plaza del mercado y darlo a conocer”.
Isabel Pinto: “Me brota un tremendo agradecimiento: gracias Señor por esta naturaleza que envuelve y se hace una con nuestro espíritu, demostrándonos que Tu creación esta en perfecta armonía con todo nuestro ser. Gracias por esta comunidad que vivimos en servicio, alegría, oración y trabajo comunitario, demostrándonos que cuando Tú estás presente todo está bien. Gracias por darte a conocer más a cada una de nosotras, por seducirnos, llenándonos de fuerza y determinación de seguir buscándote en nuestra vida diaria, sabiendo que mientras más cerca estemos de nuestro claustro interior, más Te escucharemos, y así más real y entregada a ti será nuestra vida”.
Ximena González: “Guárdate bien de olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; enséñaselas a tus hijos y a los hijos de tus hijos. (Dt 4, 9)”. Fue la primera lectura que me salió en San José y que tuve presente todos los días. Dios se me manifestó especialmente en esta comunidad, escuchando sus vidas, compartiendo el trabajo, cocinando, cantando, caminando, haciendo Lectio, rezando, riendo, celebrando. Tenemos una gran misión que es llevar San José desde nuestro “desierto”, a nuestra “plaza de mercado”, de llevar al Dios Padre que tenemos en nuestro claustro interior, al claustro exterior y compartir esta maravillosa noticia con todos los que nos rodean, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos”.
Patricia Chacaltana: “Para experimentar el amor infinito de Dios, en un paisaje majestuoso, rodeada de personas felices que nos acogieron. Un regalo del Padre que me hizo sentir hija en el desierto, donde siempre me seduce y me invita a beber de un manantial inagotable: su Palabra. “Yo daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia de otoño y lluvia de primavera y tu cosecharás tu trigo, tu mosto y tu aceite” (Dt 11, 14), qué más puedo decir”.
Carolina Herrera: “Hace unos días el lema me sonaba a cita y hoy se me hace vida! En unos días fue suficiente para que al alejarme de lo habitual, viviera en comunidad, oración y trabajo, lo que me ayudó a entrar en mí, mirarme con los ojos de un Padre que me soñó, me creó y me ama! Me sentí una privilegiada de Dios!
María José del Campo: “Bendice alma mía al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios” Sal.103,2. Es el versículo con el que me quise quedar después de la experiencia vivida en San José de Mallín Grande junto a mis hermanas de la comunidad de promesadas. Después de una semana en ese lugar bendito, de belleza sobrenatural que revela a gritos la obra perfecta de Dios en la creación., surge casi espontáneamente una oración de plenitud, de agradecimiento, de alabanza, de confianza y de gozo, que se suma a la experiencia de vida comunitaria en la casa San Agustín, donde el encuentro con el amor de Dios se hizo presente en cada momento del día , en la lectio, las espiritualidades, los trabajos y las labores cotidianas junto a las hermanas de comunidad. Alegría, servicio, colaboración, entrega generosa, cariño, todo me lleva a decir: Señor, que no me olvide nunca de decirte gracias y de bendecirte por todos tus beneficios.”
Ana María Costa: “Gracias San José por la acogida en este Monasterio, atesoro cada momento vivido en este paraíso. Me emociona la alegría que uno ve en toda la gente que vive esta experiencia. Compartimos preciosos momentos con nuestras hermanas promesadas; “Por eso voy a seducirla, llevarla al desierto y le hablaré al corazón” (Os 2,16).
(Fuente: www.manquehue.org y/o Boletín N°1048)
Si tienes ganas de conocer o de volver a San José a vivir una experiencia de retiro como esta, no dudes en escribir a sanjose@manquehue.org ó preguntale a tu Jefe de Rama