Diciembre 9, 2024 Noticias

Vísperas Generales

“ESPERANDO LA ESPERANZA”

El lunes 2 de diciembre se realizaron las últimas Vísperas Generales de este año 2023.

En las tres comunidades manquehuinas de Santiago se realizó una gran invitación a vivir el Adviento.

En la Comunidad de San Benito, Alberto Cox (A07), oblato, invitó “a entrar en este Adviento de manera nueva, fresca, para que podamos preparar el camino hacia el nacimiento de nuestro Salvador y Rey, confiando, soltándonos más en Dios y aprovechando la riqueza espiritual que trae el Adviento”, compartiendo tres claves sobre cómo vivirlo: tiempo de alegría, de espera y de presencia. “Te invito, finalmente, a que este Adviento bajes las revoluciones, vivas al día, date cuenta de que tu Rey viene esta Navidad a salvarte, pero también puede venir y estar cerca de ti en cualquier situación, por simple que parezca. Para vivir este Adviento te invito a estar alegre, a esperar y a captar las miles de manifestaciones de la presencia amorosa de Dios”.

En la Comunidad de San Lorenzo, Patrick Blumer, oblato y encargado de la Comunidad, recordó las tres venidas de Jesús: primero, la histórica, cuando vino al mundo y “la Palabra se hizo carne” (Jn 1, 14). Segundo, al final de los tiempos, “verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y gran gloria” (Lc 21, 27). Pero hay una tercera venida, intermedia, oculta, que podemos experimentar hoy, “porque mirad, el reino de Dios ya está entre vosotros” (Lc 17, 21). “Si bien Adviento es un tiempo para esperar una venida, no se trata solamente de un evento futuro: también puede ser un tiempo para entrar aquí y ahora en nuestro propio interior y hacernos conscientes de la presencia de Cristo en su segunda venida oculta y misteriosa. El papa Francisco nos ha llamado a vivir con esperanza este año jubilar; el lema de estas Vísperas nos habla de un camino de paz: ¿en qué podemos construir la esperanza, que nos da la paz que tanto anhelamos, sino en la presencia poderosa de Cristo en nuestras vidas? Vivamos este Adviento “esperando la esperanza”, y aprendiendo a abrir los ojos a esta tercera y silenciosa venida de Jesús”.

En la Comunidad de San Anselmo, Cristóbal Valdés, oblato y encargado de la Comunidad, explicó que el Adviento según la Liturgia tiene dos partes: la primera, hasta el 16 de diciembre, un “tiempo de espera escatológica, de mirar hacia la segunda venida de Cristo. Puede parecer algo teórico pero creo que puede bajarse muy concretamente con el consejo de san Benito de tener la muerte ante los ojos todos los días. En el profundo ‘recalcular’ que trae consigo el recuerdo de la muerte: lo que era importante ya no lo es, lo que se nos olvidaba se vuelve súbitamente lo central”. Y la segunda parte, desde el 17 de diciembre, enfocado a la celebración del nacimiento del niño Jesús en Belén: “He reflexionado en estos días que la primera parte del Adviento, con su carácter severo, se articula muy bien con esta segunda parte. Porque lo severo no es el tiempo de Adviento, sino la vida misma, con sus dificultades y desafíos, con la dificultad de sentido. Porque la encarnación del Hijo de Dios viene precisamente a compartir esa severidad de la vida humana, hasta las últimas consecuencias, hasta la muerte misma y muerte de cruz. Hay de hecho en la Navidad un tono que anuncia la Pascua: en la pobreza del pesebre, en el no encontrar casa, en las dificultades familiares entre las que ocurre el embarazo de María”.